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 El juicio a Menéndez 

día a día

 

Año 1984 Menendez y un cuchillo en su mano a la salida de un canal
El 21 de agosto de 1984, a la salida de Canal 13, Menéndez intenta atacar a manifestantes

Acusados Juicio a Menéndez


Juicio a Menéndez: primer testimonio de una sobreviviente

Hoy declaró la primera testigo: la sobreviviente Teresa Meschiati. Reconstruyó cómo se torturaba y quiénes lo hacían. Sobre el cierre, le exigieron denunciar a otra víctima. Callizo declara mañana.

Juan Carlos Simo
De nuestra Redacción
jsimo@lavozdelinterior.com.ar

 

Una extensa y detallada descripción brindada por la sobreviviente Teresa Meschiatti acerca del aparato represivo de La Perla, abarcó hoy toda la tercera audiencia del juicio a Luciano Benjamín Menéndez y a otros siete acusados, que mañana continúa con el testimonio de otra ex detenida, Liliana Callizo.

Además, declarará al menos otra testigo, cuyo nombre se mantiene bajo reserva y sólo será difundido minutos antes de las 9.30, hora en la que el Tribunal Oral Federal N°1 abrirá la cuarta jornada del juicio por el secuestro, tortura y muerte de los militantes del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) Hilda Flora Palacios, Humberto Brandalisis, Carlos Lajas y Raúl Cardozo.

En el día de hoy, Menéndez, Hermes Rodríguez y Carlos Vega optaron por retirarse de la sala luego de ser reconocidos por Meschiati, quien también identificó uno por uno, con la descripción de sus roles, de Jorge Acosta, Luis Manzanelli, Carlos Vega, Carlos Díaz, Oreste Padován y Ricardo Lardone.

Sobre el cierre hubo un intenso debate entre las partes por que la defensa del imputado Acosta, ex jefe de los operativos en La Perla, intentaba conseguir le nombre de la mujer que había sido utilizada por los militares para "marcar", el 10 de noviembre de 1977, al joven Daniel Romanutti, sobrino de quien fuera intendente de Córdoba, el coronel Héctor Romanutti.

Caso. Meschiati fue llevada por la fuerza aquel día hasta Colonia Caroya en un auto junto a esa mujer, cuya identidad no quería en principio revelar, y por tratarse de un operativo que habría estado bajo las órdenes de Acosta, lo que podría afectar su situación, el tribunal finalmente accedió al pedido del abogado Jorge Agüero.

"Era una víctima. Fue llevada a ese lugar. La compañera fue Ana Illovich (...) No me gusta denunciar a otra gente", dijo Meschiati, quien había detallado durante horas cómo se organizaba la represión en Córdoba, con Menéndez a la cabeza, siguiendo por César Emilio Anadón (el fallecido jefe del Destacamento 141, del que dependía el Grupo de Operaciones Especiales a cargo de La Perla), Acosta y Manzanelli, especialmente.

Meschiati dijo que en La Perla la hacían confeccionar listas "por triplicado" de los detenidos-desaparecidos: que una iba a Menéndez, otra al Destacamento 141 (donde estaba Rodríguez), y otra quedaba en el lugar.

Además, declaró que al menos en dos veces Menéndez visitó La Perla, y que Acosta estuvo preso en octubre del 77, pero que posteriormente volvió. De este modo, desacreditó la versión del ex militar, quien dijo que no estuvo en el centro clandestino de detención durante el secuestro, tortura y muerte de los cuatro militantes del PRT.

Las otras víctimas. Sobre esas cuatro víctimas dijo que se acordaba de ellos, aunque en ese momento no sabía de sus nombres, pero no obstante brindó una descripción física de los misomos.

"Yo recuerdo haber visto a esos cuatro chicos (...) Brandalisis era el más alto, estaba la chica esa Palacio, una chica morenita, con labios muy lindos...tampoco supe que desupés habían aparecido en un enfrentamiento fraguado", declaró.

Durante su testimonio dijo también que Lardone, uno de los imputados por este caso, criticaba a Menéndez por haberse quedado "con valijas llenas de dólares luego del asalto al Castillo (donde caen varios montoneros) y no haberlas repartido a sus subordinados".

También, que Padován "una vez había robado un calefón" luego de un operativo. Y que Vega, el "administrador" de La Perla, solía quedarse "con los anillos". 03/06/2008

extraído de http://www2.lavoz.com.ar/

 


 

 

 ¿ SE HARÁ JUSTICIA FINALMENTE?

 

 

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los acusados durante el juicio Los acusados durante el juicio

 

 

Acusados del Juicio a Menéndez Acusados

 

 

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Luciano Benjamín Menéndez Menéndez en otros tiempos

 

 

Luis Alberto Manzanelli Manzanelli otro de los acusados

 

Ricardo Alberto Ramón Lardone  

El acusado Lardone en su juventud

 

 

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juicio día a día  
la causa
los acusados

Extractos de "La Voz del interior"

Marcha en repudio a la prisión domiciliaria a Menéndez

25/05/09 - La agrupación Hijos y organizaciones defensoras de los derechos humanos marcharán el miércoles hacia Tribunales Federales.

La agrupación Hijos filial Córdoba y organizaciones defensoras de los derechos humanos marcharán el miércoles para repudiar la decisión de la Cámara Nacional de Casación Penal de otorgar la prisión domiciliaria al represor Luciano Benjamín Menéndez y a otros dictadores.

"En repudio a la prisión domiciliaria, ¡¡todos a Tribunales (Federales)!!!", señala el comunicado difundido por Hijos. La marcha está prevista para las 17 en la intersección de las calles Obispo Oro y Buenos Aires.

Es "¡para exigir cárcel común y juicios ya!", agrega el texto que señala que también participarán Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, Abuelas de Plaza de Mayo, Asociación Ex Presos Políticos y la Mesa de Trabajo Por Los Derechos Humanos.


19/05/09 - El represor y ex jefe del Tercer Cuerpo del Ejército, Luciano Benjamín Menéndez, recibió al igual que en abril el beneficio de la prisión domiciliaria por orden del Juzgado Federal Nº 3 de la provincia de Córdoba, a cargo de la jueza Cristina Garzón, aunque hasta el momento el beneficio no fue materializado en razón de que es requerido por la Justicia Federal de San Juan.

Según informó el Centro de Información Judicial, la magistrada tuvo en cuenta el mismo criterio fijado en abril último por la Sala II de la Cámara Nacional de Casación Penal, que consideró que aún no está firme la sentencia que condenó a Menéndez en la causa “Brandalisis” y le anuló el beneficio de la prisión domiciliaria.

De acuerdo a los datos suministrados desde el fuero federal local, el fallo resuelto forma parte de la causa denominada 'Pasquini, Italo Cesar y otros' por los delitos de privación ilegitima de libertad agravada, imposición de tormentos agravados y homicidio agravado.

Menéndez, de 80 años, se encuentra alojado en el penal local de Bouwer desde julio del año pasado cuando fue condenado a perpetua dentro del marco de la causa 'Brandalisis'.

El beneficio de la prisión domiciliaria lo había resuelto la Cámara Nacional de Casación, por la aplicación del artículo 32 inciso 'd' de la ley 24.660 modificada por ley 26.472, razón por el cual la magistrada adoptó igual criterio.

La jueza, en la resolución, impone a Edith Angélica Abarca de Menéndez, esposa del represor, la guarda y cuidado de Menéndez, quien fue jefe del Tercer Cuerpo del Ejército con asiento en Córdoba.

La fiscal Graciela López de Filoñuk se había opuesto a la prisión domiciliaria por el carácter de lesa humanidad de los delitos que se le imputan.

Además, argumentó el "peligro procesal y de fuga" por entender que la consumación de los hechos que se le atribuyen a Menéndez implicaron de manera inherente el entorpecimiento de la labor de la Justicia, puesto que desde un primer momento el accionar de las fuerzas represivas estuvo orientado a la clandestinidad con miras a lograr la impunidad.

Referencia: http://criticadigital.com

 


FINALMENTE EL JUEVES 24 DE JULIO DE 2008, SE DICTA LA SENTENCIA A LOS ACUSADOS:

24/07/08 -PERPETUA PARA MENÉNDEZ. El ex jefe del Tercer Cuerpo de Ejército pasará sus días en una cárcel común (Fotomontaje: Laura de Miguel).

El ex jefe del Tercer Cuerpo de Ejército fue condenado a prisión perpetua, que deberá cumplir en el penal de Bouwer, al menos por ahora. También recibieron perpetua Manzanelli, Díaz, Padován y Lardone. Vega fue condenado a 18 años. Acosta y Rodríguez a 22. Todos van a cárcel común. Habrá apelaciones.

 


16/07/08 -Los defensores oficiales Mercedes Crespi y Adriano Liva alegaron a favor de la mayoría de los imputados, cuestionando la imprescriptibilidad de los delitos de lesa humanidad, invocando las leyes de obediencia debida y punto final, y asegurando que no hay pruebas concretas de la participación de los acusados en los crímenes sufridos por Hilda Flora Palacios, Humberto Brandalisis, Carlos Lajas y Raúl Cardozo.
Aun cuando solicitaron "la invalidez de toda la prueba testimonial", por considerar que los testigos no fueron neutrales ni imparciales, y sostuvieron que no se podía inculpar a los represores por los hechos que en esta causa se analizan, los abogados ocuparon buena parte de su exposición para evitar, ante una posible condena, la cárcel común o bien la pérdida de los beneficios del arresto domiciliario.
 


08/07/08. Orosz y Fresneda anticiparon que pedirá condenas de reclusión perpetua a Menéndez, Luis Manzanelli, Carlos Díaz, Ricardo Lardone y Oreste Padován, y 25 años de prisión a Jorge Acosta, Hermes Rodríguez y Carlos Vega (ver Pedirán que Menéndez vaya a cárcel común .
En todos los casos, solicitarán que lo hagan en cárceles comunes y no en dependencias del Ejército o gozando del beneficio del arresto domiciliario, que según un fallo de la Corte Suprema es una facultad que puede o no otorgársele a mayores de 70 años.


 02/07/08 El teniente coronel Heraldo Bolcatti, asignado actualmente al Tercer Cuerpo de Ejército, declaró  como testigo ofrecido por la defensa en el juicio a Luciano Benjamín Menéndez y otros siete imputados de violaciones a los derechos humanos en Córdoba, terminó complicando la situación del acusado Jorge Exequiel Acosta, ya que Bolcatti dejó en claro, con la documentación en la mano, que la orden de trasladar a Acosta a Buenos Aires fue dictada el 4 de noviembre de 1977 por el Comando del Ejército, pero se aplicaba recién a partir del 5 de diciembre del mismo año, fecha ésta en que comenzaba a computarse el plazo de 15 días de que disponía el militar, para arreglar sus cosas en Córdoba y presentarse a su nuevo destino.
 


27/06/08.-La siniestra historia del centro clandestino de detención de La Perla, el más activo de Córdoba, fue relatada hoy desde el día 0 por la sobreviviente Cecilia Suzzara, secuestrada el 24 de marzo de 1976 y prisionera en ese lugar hasta abril del ´78.
La testigo, abogada de profesión, y estudiante de Derecho en ese momento, dijo que las torturas, con picana eléctrica incluida, formaban parte desde el comienzo en el campo de concentración, donde ya estaban varios de los acusados de este juicio a Luciano Benjamín Menéndez y otros siete represores.
dijo que en los primeros tiempos "había policías", parte del Comando Libertadores de América, la versión cordobesa de la Triple A, bajo las órdenes de Héctor Vergez (preso por otras causas), pero que luego dejaron de ir al centro clandestino de detención.
Tras prestar juramento, Suzzara reconoció uno por uno a los acusados, y luego se retiraron Menéndez (visiblemente molesto cuando lo señaló como "el Cachorro"), Hermes Rodríguez, Carlos Vega y Carlos Díaz. Quedaron en la sala Jorge Acosta, Luis Manzanelli, Oreste Padován y Ricardo Lardone.
Consultada sobre las secuelas físicas que le dejó el cautiverio, Suzarra respondió: "Más que físicas son psíquicas...No pude volver a vivir...me morí en La Perla".
"Ninguna de las personas que estuvimos ahí tuvimos ninguna posibilidad ni siquiera de administrar nuestra voluntad. No había ninguna posibilidad que alguien eligiera hacer algo o no hacerlo...Estábamos al borde de la muerte", explicó.

Tras ser "liberada" en abril del ´78, Suzzara dijo que continúo sufriendo los abusos ultrajantes que ya había soportado en La Perla y que sólo terminaron cuando su padre la llevó a Mendoza. Pero allí la continuaron vigilando y "constantemente" recibió amenazas.
La última, por escrito, en una carta del 31 de enero de 1978, firmada por el supuesto comando "Cristino Nicolaides" (ex jefe del Ejército) donde "decía que estaba sentenciada a muerte yo y toda mi familia. Siempre estuvieron detrás mío y he recibido desde entonces múltiples amenazas".
En ese marco se anota una "visita" que tuvo en su casa por parte de Acosta y Manzanelli, luego de expresarse en contra de la dictadura en medio del conflicto de Malvinas en una clase de Derecho Constitucional. "Me dijeron: así que otra vez andás en la joda...me advirtieron que ellos siempre estaban presentes".

 


26/06/08.-Liliana Arraya y Eugenia Monti, de la Dirección de Prensa, presentaron un documental que es incorporado como prueba. El último día de testimonios es el martes próximo.

26/06/08.-declaró Eduardo Luis Duhalde, secretario de Derechos Humanos. “Menéndez viene de una familia de golpistas y era un peso pesado dentro de la estructura del Ejército”
Al testimoniar ante el Tribunal Oral N° 1, el funcionario recordó que se exilió del país en setiembre de 1976 a raíz de que la dictadura lo tenía en la mira por su tarea como abogado defensor de presos políticos. Antes, la Triple A ya había asesinado a su socio, Rodolfo Ortega Peña.
“La orden era aniquilar todo disenso, toda manifestación que no coincidiera con el golpe de Estado; y en Córdoba tenía como ejecutor a Menéndez”, afirmó.


25/06/08.-María Victoria Roca, sobreviviente de La Perla, declaró que fue torturada ante "20 o 25 personas" en la picana del centro clandestino de detención y dijo que uno de los acusados la amenazó tiempo atrás para que no haga denuncias.
Secuestrada el 16 de mayo de 1977 a los 20 años, la mujer dijo que "HB", por el imputado Carlos Díaz, uno de los ocho de esta causa, amenazó una vez a su familia, repitiendo una serie anterior de intimidaciones entre las cuales también figura una de Héctor Vergez, represor detenido por otras causas.
"No pudimos sacarnos esto a través de los años", dijo Roca, quien incluso aportó una carta que recibió el 15 de julio de 1998, para "el Día del Amigo", en la que daban datos suyos y de su familia, con una leyenda que decía "sigan como hasta ahora, pero cuidado que estamos en todas parte". El remitente era "Centro educativo ´La Universidad´ - La Perla 5101 - Malagueño - Córdoba". La mujer dijo que la noche de su secuestro, ya en La Perla, fue interrogada en una oficina y ella dijo que sólo iba a hablar si había un abogado, lo que provocó carcajadas.
"Me decían que lo iban a llamar a mi tío Gustavo Roca, que estaba a cargo de una campaña de desprestigio internacional en el exterior", declaró la mujer, asegurando que sólo había visto a su familiar "dos veces" y que el hombre había presentado una denuncia en el Congreso de Estados Unidos.
En la picana de la "sala de terapia intensiva", Roca vio a Vergez, principalmente, y a los acusados Hermes Rodríguez, Jorge Acosta, Luis Manzanelli (quien la secuestró a punta de pistola, Oreste Padován y "HB" Díaz).
"Para mí estaban todos...Había como 20-25 personas...yo miraba y veía rostros...era como un circo romano...", dijo la testigo, militante de la Juventud Guevarista, quien todavía recuerda la humillación y la verguenza que sintió en ese momento.
Consultada acerca de si en otra oportunidad había sufrido vejámenes sexuales, Roca dijo: "Nosotros sufríamos acoso permanentemente...de todo tipo".
Roca no recordó a las cuatro víctimas de esta causa (Hilda Flora Palacios, Humberto Brandalisis, Carlos Lajas y Raúl Cardozo, asesinados en 1977).
 

25/06/08.- El empleado de la Morgue Judicial Adolfo Caro, citado como testigo en el juicio a Luciano Benjamín Menéndez, detalló hoy que alrededor de 1976 se sepultaban entre 10 y 15 cadáveres por día, en operativos ordenados y presenciados por el Ejército, y que en una ocasión tuvo que inhumar "70 y pico" cadáveres.
"Nos decían que eran de enfrentamientos pero sabíamos que eso era así si tenía un balazo u otro...Pero cuando tenían 80 disparos...17, 18 balazos en una persona era lo común". Declaró que
en algunas ocasiones, desde la Morgue Judicial, ubicada entonces en el viejo Hospital San Roque, participó de los enterramientos. Y remarcó que siempre había "un teniente coronel, creo que de apellido Manzanelli" que les decía cuáles eran las identidades de los cadáveres, y que ellos anotaban "con lápiz en el libro de la Morgue".
"Yo fui tres o cuatro veces (al cementerio)... la primera vez que fuimos había 70 y pico de cadáveres. Hacíamos dos o tres viajes en ambulancias rastrojeros, íbamos y volvíamos...Se hacía un cordón de custodia. Nosotros entendemos que (lo coordinaba) un poco la Policía, la Gendarmería, el Ejército...", dijo.

Durante su declaración, el testigo ubicó en el libro de la morgue los nombres de los cuatro militantes del Partido Revolucionario de los Trabajadores y explicó que a veces los apellidos se iban anotando a continuación de los "NN" a medida que "venía alguien" a aportar esa información

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24/06/08.- El testimonio que brindó ayer Silvia Lajas tuvo dos picos de tensión: primero, cuando le tocó identificar a los represores y, sobre el final de su exposición, cuando, en nombre de su madre enferma, les suplicó que le dijeran dónde están enterrados los restos de su hermano, Carlos Enrique Lajas, asesinado el 15 de diciembre de 1977. Silvia Lajas señaló a Oreste Valentín Padován y Carlos Alberto Díaz como dos de los militares que allanaron su vivienda luego de que se llevaran secuestrado a su hermano, en noviembre de 1977. Como Díaz se hacía el distraído y escribía apuntes en un cuaderno, la mujer se puso de pie y lo apuntó de frente, mientras el presidente del Tribunal, Jaime Díaz Gavier le ordenó al represor: “Levante la cabeza, Díaz, así lo puede reconocer”.
Con respecto a Lajas, el Equipo Argentino de Antropología Forense hizo una excavación en una fosa individual del cementerio San Vicente, ante la hipótesis de que se tratara del cuerpo de Lajas.
Sin embargo, hasta el momento no se pudo arribar a una certeza y se encuentran en análisis exámenes de ADN remitidos a Estado Unidos.


19/06/08.-Hilda Cardozo, hermana del pintor Raúl Osvaldo Cardozo, quien compartió cautiverio con Carlos Lajas, Humberto Brandalisis e Hilda Flora Palacios, todos del PRT, dijo que su familia presentó numerosos hábeas corpus hasta 1982, pero que nunca obtuvieron una respuesta.
"El 8 de noviembre fueron encapuchados hasta la pensión en la que vivía, en barrio General Paz, y le preguntaron a la dueña dónde estaba la habitación del ´Tutula´ o ´Pelado´ Cardozo. La mujer le dijo que era en el altillo y ellos le advirtieron que se metiera adentro y no salga", declaró Hilda.
También reconoció como de su hermano unos dibujos que figuran como prueba en la causa, y que fueron confeccionados por este joven desaparecido durante su cautiverio.


19/06/08.-Marta Lajas, la hermana de Carlos Lajas, una de las víctimas por las que hoy se enjuicia a Luciano Benjamín Menéndez y otros siete acusados, recordó hoy la tarde del 6 de noviembre de 1977, cuando secuestraron al joven de la lomitería familiar en barrio Argüello. Marta contó que su hermano militaba en el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) y que todos en su casa lo sabían. Y que su padre discutía con él porque temía perderlo. "Mi hermano le decía que por algo había que comenzar para luchar por los niños (...) Y le decía que si él tenía que morir, él iba a morir, no tenía ningún problema", dijo. "Todavía tenemos la fantasía de que está vivo, que perdió la memoria y se fue a otro país...sabemos que no es la realidad, pero tenemos esos sueños", dijo Marta, recordando que los restos de su hermano todavía no fueron hallados.
Cuando terminó su testimonio, pidió hacer un homenaje "a todas las personas desaparecidas", leyendo un poema dedicado a su hermano. "Una madrugada del 15 de diciembre, aquellos genocidas te robaron tus sueños, te robaron tu juventud (...) lo más bello de vos no pudieron robártelo (...) no tuviste la oportunidad de despedirte... a pesar de todo, querido hermano no puedo decirte adiós".


18/06/2008 -Hilda Flora Palacios y su pareja Humberto Brandalisis, dos de las víctimas de la causa por la que está en juicio el represor Luciano Benjamín Menéndez, venían huyendo de la muerte desde Buenos Aires cuando fueron secuestrados en Córdoba el 6 de noviembre de 1977, declararon los testigos Armando Brizuela, quien también conocía a Carlos Lajas, otra de las víctimas (la cuarta era Raúl Cardozo) y Hebe de Pascuale, quien terminó criando a un niño de otra pareja de desaparecidos.

18/06/2008 - La sobreviviente de La Perla Mirta Susana Iriondo, actual funcionaria del Ministerio de Defensa de la Nación, declaró hoy ,dijo que pudo hablar con Hilda Palacios después de la sesión en "La  Margarita"."Hilda me cuenta que la habían golpeado y la habían torturado", Iriondo agregó que el acusado Jorge Acosta estaba en La Perla en la época de los hechos, a pesar de que él insiste en que había sido trasladado a otro destino. Y que era uno de los jefes, al igual que Ernesto Barreiro.
También mencionó al imputado Luis Manzanelli como el autor de torturas y secuestros, al igual que Carlos Díaz.


12/06/2008 - Irma Ofelia Juncos presenció el secuestro de Hilda Flora Palacios (la única de las víctimas que pudo ser identificada en el cementerio San Vicente) e incluso estuvo detenida en La Perla. Por la mañana, declaró la hija de Palacios .La noche del secuestro, Hilda estaba con sus dos hijas, Soledad (1) y Valeria (3), además de otros tres niños del matrimonio amigo. Los niños fueron dejados en la casa de los padres de esta pareja: Hilda, Ofelia Juncos y Víctor Olmos fueron trasladados a La Perla. Hilda quedó en cautiverio, los otros fueron liberados.
Soledad y Valeria fueron buscados por sus abuelos maternos, desde Santa Fe. Hasta ahí había viajado Armando Brizuela, amigo de Hilda y Humberto, a avisarles. "Dio con él y le dijo que la familia Juncos tenía sus nietas, que a su hija la habían detenido, y mi abuelo nos vinos a buscar acá, a Córdoba", declaró Soledad.


11/06/2008-“¿Usted estuvo nada más que 12 días en La Perla?”, le preguntó el presidente del Tribunal Oral N° 1, Jaime Díaz Gavier, a la testigo Ana María Mohaded.
“¿Nada más? ¿Le parece poco 12 días? Estuve 12 extensos días y 12 extensas noches. Las noches eran duras en La Perla”
La picana. “La picana aturde, no deja pensar”, afirmó Mohaded en un tramo de las preguntas que le formuló el fiscal Maximiliano Hairabedian. Y se quebró emocionalmente cuando relató que a Luis Justiniano Honores, a quien recordó como un “un hombre grande” que militaba en el sindicalismo, lo torturaron en La Perla hasta matarlo.


10/06/2008-La sobreviviente de La Perla, Susana Margarita Sastre declaró “Ellos no tenían problema de jactarse en decir que eran los encargados de la tortura”, declaró Sastre, quien además dijo que "en este campo no hubo nadie que no torturara, había distintas formas”.
Doble secuestro. Susana relató que tras su secuestro, ocurrido en la plaza de los burros, de barrio San Martín, fue trasladada hasta otro lugar donde los represores persiguieron y dispararon en un hombro a quien sería otro detenido: Jorge Ruartes, quien fue introducido al baúl del auto y que intentó saltar del vehículo, por lo que en el camino al centro clandestino de detención le pegaron "culatazos".
Sastre continuó su relato y dijo que el primer día de su estadía en La Perla fue torturada a golpes por "Texas" (Elpidio Tejeda), y que después fue llevada a la sala de tortura (conocida como "la margarita"), donde la sometieron a torturas como el submarino (era ahogada en un tacho de agua podrida) y que luego fue desnudada y atada a una cama metálica, donde la sometieron a dos tipos de picanas (una más fuerte, que "mordía" la piel, y otra que hace "arquear" al cuerpo).


05/06/2008-Declaró Piero Di Monte, que es ciudadano italiano y vive con su familia en ese país, dijo que vino a Córdoba porque cree que es un momento importante y quiere saber qué pasó con esas personas que estuvieron con él en La Perla.
El relato del testigo –que interrumpió sus palabras en diversas oportunidades por la emoción que le provocaba el recuerdo del horror– permitió conocer más detalles de lo que ocurría durante la última dictadura militar, en el campo clandestino de detención La Perla, al que llamó “la máquina de la muerte”.
En su declaración, Di Monte mezcló permanentemente el relato concreto de hechos y protagonistas, con reflexiones profundas sobre la condición humana, confrontada con la brutalidad y ferocidad ejecutadas por los represores, en su tarea de “destruir al hombre”, según sus propias palabras.
Pacto de sangre. Di Monte señaló que había leído la declaración de Luciano Benjamín Menéndez sobre sus “dignos subordinados”, a la que consideró “mentiras”, porque, dijo, “no había hombres de valor ni de dignidad en La Perla”.
Ellos, agregó, “no representan al ser argentino” por más que invoquen a la patria.
Aludió luego Di Monte al llamado “pacto de sangre” que, dijo, existía entre militares, gendarmes y civiles en La Perla, a instancias de Menéndez.
Cuando el presidente del Tribunal, Jaime Díaz Gavier, le preguntó qué sabía de ese tema, el testigo señaló que significaba que todos tenían que matar, para que no hubiera denuncias de unos hacia otros.
En La Perla, agregó, había “especialistas” de todo tipo, que decían que Menéndez había establecido el pacto de sangre.
Citó palabras de Ernesto Barreiro, recientemente procesado en otra causa similar, que dijo que sólo las camadas (militares) de 1978 en adelante “pueden estar limpias” de sangre.
El objetivo de los torturadores, apuntó, no era la muerte de la víctima, sino lograr a través de su confesión, “que uno traiga a otro”.
Dolor de vivir. En ese punto, el testigo confesó que en momentos de intenso sufrimiento, mientras era torturado por “Palito” Romero y luego por Elpidio Tejada, conocido como “Texas”, deseó estar muerto, que el tormento fuera de tal magnitud que le causara la muerte. Con ese propósito, agregó, mientras lo picaneaban él gritaba y también gritaban los torturadores, pero él insistía gritando más fuerte, al tiempo que los insultaba, los provocaba, todo para que lo mataran.
Añadió que en esos momentos trajeron a la sala de torturas a su mujer, embarazada, a la que comenzaron también a aplicarle picana eléctrica. “Quiero que sepan que ella todavía es mi mujer, hice toda mi vida con ella y tenemos tres hijos”, destacó.
Luego, se conoció que el niño en ese entonces en gestación en el vientre de su madre, es hoy una mujer, que vive en Italia y es actriz. Señaló que en 1975 trabajaba en Córdoba en una empresa láctea (Sancor), circunstancia en la que participó en la formación de un sindicato que representara a los obreros del sector.
Añadió que era dirigente obrero a pesar de ser estudiante de ingeniería, pero al poco tiempo comenzó a ser amenazada por la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina) y luego sufrió allanamientos del Ejército y la detención de familiares.
En 1976 su domicilio, la habitación de una pensión en calle Rosario de Santa Fe, fue allanado en horas de la madrugada por personal policial y militar, entre los que se encontraba el capitán Jorge Acosta, que lo detuvo y trasladó a La Perla, donde comenzó su calvario.

 


03/06/2008 -La primer testigo: Teresa Celia Meschiati, recordó que fue secuestrada la siesta del 25 de setiembre de 1976, cuando bajó de un ómnibus en avenida Patria, frente a la iglesia San Ramón Nonato, de barrio General Paz, Córdoba.
Dijo que primero fue encañonada por un gendarme, conocido como comandante Quijano, alias “Ángel”, que era “un hombre delgado, cadavérico, y luego apareció un grupo numeroso de unos 30 militares, entre los que estaba Luis Manzanelli”. Éste, agregó, le dijo: “Perdiste Tina” (su apodo) y de inmediato la introdujeron a un vehículo, en el piso, atada de pies y manos, desde donde pudo reconocer que también se encontraba allí Roberto de los Santos, sindicado como colaborador de los militares.
Meschiati dijo que era oriunda de Capital Federal y había venido a Córdoba junto con su pareja, un hombre que era jefe regional de Montoneros, organización a la cual ella también perteneció, aunque en ese momento sólo le interesaba la crianza de su hijo, de pocos meses.
Agregó que fue llevada a La Perla, donde la torturaron con picana eléctrica y golpes para que les diera el paradero de su pareja y datos de Montoneros.
Señaló que el único que le hablaba era Ernesto Barreiro, quien la llevó junto a otro grupo de detenidos y los arengó, indicándoles que los militares estaban “salvando a la patria”.
Después habló sobre lo que denominaban la sala de “terapia intensiva”, donde sobre una camilla acostaban desnudos a los prisioneros y los “picaneaban”. Al describir el efecto que tienen sobre el cuerpo descargas de 110 y 220 voltios de la picana, Meschiati remarcó: “De la tortura no se vuelve. No se olvida más, trae muchas consecuencias y está presente toda la vida”
Apuntó como los autores de esos tormentos a De los Santos, “Palito” Romero, “Chuby” López y el propio Barreiro, entre otros.
Dijo que en una de esas sesiones, le dio a Barreiro un dato falso sobre el paradero de su pareja, y cuando salieron a buscarlo la dejaron desnuda en la camilla, frente a varios hombres. “Fue humillante. Peor que la tortura”, afirmó.
Como consecuencia de las torturas, agregó que en octubre de 1976 se encontraba en pésimo estado, con infecciones en sus genitales y en diversas partes del cuerpo, a punto tal que para bañarse debía ser llevada por dos personas, porque las piernas no le respondían.
Destacó que todavía no sabe por qué no la mataron, como ocurrió con mucha gente que estaba en La Perla. “No vimos torturas o muertes con nuestros ojos, pero veíamos las consecuencias”, agregó.
Las dos valijas de Menéndez. Dijo que a Menéndez lo vio en dos oportunidades en ese lugar, una vez acompañado por los generales Antonio Domingo Bussi, Arturo Centeno y Jorge Maradona.
También señaló que a su pareja lo mataron el 9 de marzo de 1977, en un procedimiento realizado en El Castillo, Villa Cabrera, Córdoba, de donde Menéndez se llevó dos valijas llenas de dólares, “que no compartió con sus subordinados, según dijo Lardone”.
Agregó que en diciembre de 1978 fue liberada y se radicó en Cosquín, junto a su hijo y a sus padres. Meses antes, le permitían ir a dormir a su casa, pero de día tenía que volver a La Perla.
Destacó que su detención fue tan ilegal y clandestina, sin registros policiales ni judiciales, que poco después gestionó y obtuvo en poco tiempo, en la Policía Federal de Córdoba, su pasaporte, con el cual viajó a Brasil y desde allí a Europa, radicándose en Suiza.
Después de salir del país, agregó, recién tomó conocimiento de la existencia de organismos internacionales que estaban reuniendo datos sobre lo que ocurría en Argentina, ante los cuales se presentó y denunció lo que le había ocurrido.


29/05/08 -Otero Alvarez continua. El Tribunal Oral N° 1 de Córdoba denegó la recusación del juez de ese cuerpo Carlos Otero Álvarez por su actuación como secretario cuando se analizaron expedientes por violaciones a los derechos humanos cometidos durante la dictadura.


28/05/08 -Declaración: Mientras que todos los acusados  se negaron a declarar a pedido de sus defensores, Menéndez fue el único que rompió el silencio: “Soy el único responsable de la actuación de mi tropa. Por eso, a mis dignos subordinados de entonces no se les puede imputar nada y mucho menos privarlos de la libertad, como injustamente se ha hecho”.


La causa

 Por el secuestro, tortura y asesinato de los cuatro militantes del PRT, están acusados Luciano Benjamín Menéndez, ex jefe del Tercer Cuerpo de Ejército (como partícipe necesario), Luis Alberto Manzanelli, Carlos Alberto Díaz, Oreste Padován y Ricardo Lardone (como ejecutores).
Sólo por el secuestro y los tormentos, están acusados  el ex subjefe del Destacamento de Inteligencia 141 “Gral. Iribarren” Hermes Oscar Rodríguez  (como partícipe necesario), Jorge Exequiel Acosta y Carlos Alberto Vega.
Fueron sobreseídos por fallecimiento: Antonio Gumesindo Centeno, César Emilio Anadón, la mano derecha de Menéndez, y Ricardo Andrés Luján.

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Los acusados

En total son 11 los represores involucrados en la causa judicial por el secuestro y asesinato de Palacios, Brandalisis, Lajas y Cardozo. Pero como tres de ellos fallecieron, sólo llegan a juicio ocho: Menéndez, Rodríguez, Acosta, Manzanelli, Vega, Díaz, Padován,y Lardone.

Acusados Juicio a Menéndez

De izquierda a derecha: Lardone, Padován, Díaz, Vega, Manzanelli, Acosta, Rodríguez y Menéndez.


Luciano Benjamín Menéndez Luciano Benjamín Menéndez

El “Cachorro” fue la autoridad máxima en Córdoba durante los años del terror. Además, al ser jefe del Tercer Cuerpo de Ejército, estaba a cargo de la represión en Jujuy, Salta, Catamarca, La Rioja, San Juan, Mendoza, San Luis, Santiago del Estero y Tucumán. Bajo su mando tenía, por lo tanto, al Destacamento de Inteligencia 141 General Iribarren, a cargo del centro clandestino de detención, tortura y muerte de La Perla. También, el Grupo de Operaciones Especiales (OP3) que realizaba los secuestros y asesinatos. Según testimonios de sobrevivientes, los listados de los detenidos se hacían por triplicado: una de las copias iba dirigida a Menéndez.
Nacido en San Martín, provincia de Buenos Aires, actualmente tiene 80 años y goza de los beneficios del arresto domiciliario en su casa de Bajo Palermo de la ciudad de Córdoba. Nunca antes fue sometido a juicio en Córdoba y actualmente está a la espera de ser enjuiciado en otras provincias.
En 1990, cuando estaba por ser enjuiciado en el marco de la causa “madre” (la 31-M-87), el entonces presidente Carlos Menem lo incluyó en el indulto a los responsables de la dictadura militar argentina, aunque en el caso del ex jefe del Tercer Cuerpo de Ejército no había sido condenado. Ahora puede enfrentar el proceso judicial porque la Cámara Federal de Córdoba declaró la inconstitucionalidad de ese perdón en octubre de 2005. Por el caso “Brandalisis”, Menéndez está con prisión preventiva desde el 22 de setiembre de 2003. Según Hijos, el represor participaba de algunos operativos en los que acaparaba el “botín”.

CONDENA: CADENA PERPETUA - CÁRCEL COMÚN


Antonio Gumesindo Centeno (sobreseído por fallecimiento)

Fue comandante de la IV Brigada de Infantería Aerotransportada y segundo jefe del Área 311, entre enero de 1977 y diciembre de 1978. Bajo su cargo tenía los centros clandestinos de La Perla, Malagueño, La Ribera, D-2, la cárcel de San Martín y el Hospital Militar de Córdoba. Estuvo beneficiado por la Ley de Obediencia debida.


César Emilio Anadón César Emilio Anadón (sobreseído por fallecimiento)

Considerado la mano derecha de Menéndez, fue el jefe del Destacamento de Inteligencia 141 General Iribarren, el área que estaba a cargo del centro clandestino de detención y tortura de La Perla. El 29 de setiembre de 2004, a los 72 años, apareció muerto con un balazo de cabeza en su casa del centro de Córdoba, donde cumplía con arresto domiciliario. Aparentemente fue suicidio.
Según los testigos de los años del horror, Anadón no sólo interrogaba a sus víctimas, sino que las sometía a violentas torturas. Fue agregado militar en la entonces Unión Soviética y de regreso al país fue interventor de los Servicios de Radio y Televisión (SRT) de la Universidad Nacional de Córdoba. Sus alias eran “Gerente”, “Mormón” y “Tranco de León”. Nació en Tancacha, Córdoba, y no había sido juzgado antes al verse beneficiado por la Ley de Obediencia Debida.


Hermes Oscar Rodríguez

Era el segundo del (fallecido) jefe del Destacamento de Inteligencia 141, César Emilio Anadón.  Actualmente tiene 75 años. Se retiró con el grado de coronel y su alias era “Salame” o “Subgerente”. Hasta el inicio del juicio cumplía arresto domiciliario en Mendoza. Nació en Capital Federal. En Córdoba dirigió el proceso de investigación, allanamientos y detención del directorio de la empresa Mackentor. Muy vanidoso, competitivo, le gusta hablar mucho de si mismo.  Según Hijos era “asiduo visitante” de La Perla y participaba en las reuniones en las que se decidía la suerte de los detenidos. Aparentemente, habría dirigido el allanamiento de la empresa Mackentor, dedicada a las obras públicas y acusada por Menéndez de ser "un sostén financiero de la subversión". El operativo fue el 26 de abril de 1977 y 29 personas fueron secuestradas. Rodríguez fue beneficiado por la Ley de Obediencia Debida.

CONDENA: 22 AÑOS - CÁRCEL COMÚN


Jorge Exequiel Acosta

Alias “Rulo” o “Sordo”, nacido en Entre Ríos, tiene 62 años y se retiró con el grado de Capitán. Está detenido en el Tercer Cuerpo de Ejército con prisión domiciliaria desde 2003. Entre noviembre y diciembre de 1977 fue el jefe de la OP3, el Grupo de Operaciones Especiales que era el brazo ejecutor de La Perla. Al año siguiente, quedó como jefe de La Perla. Fue dado de baja en 1979 cuando sufre un accidente de paracaídas. Según Hijos, era conocido por exigir coimas a los familiares de los detenidos para liberarlos, aunque no cumplía. Además, se habría apoderado de los bienes de sus víctimas, razón por la cual habría sido arrestado durante un mes en 1977.Fue imputado por la Justicia de Italia por crímenes cometidos contra ciudadanos italianos durante la dictadura. Estuvo beneficiado por la Ley de Obediencia Debida.

CONDENA: 22 AÑOS - CÁRCEL COMÚN


Luis Alberto Manzanelli

Luis Alberto Manzanelli

Imputado en diferentes causas, integraba, según los sobrevivientes, el grupo de torturadores de La Perla e incluso participaba en secuestros. Además, habría sido especialista en el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), el brazo político del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). Lo llamaban “El hombre del violín” porque no podía girarse a para un lado, debido a una caída de caballo. Se retiró con el grado de suboficial principal. Nacido en Córdoba, hoy tiene 69 años. Según Hijos, “se encargaba de controlar personalmente a los liberados, visitándolos en sus casas”. En febrero de 1987 fue procesado por la Cámara Federal de Córdoba por asesinatos, torturas y secuestros y tras ser arrestado en abril de ese año, quedó en libertad dos meses después gracias a la Ley de Obediencia Debida. En democracia fue director del Círculo de Suboficiales del Ejército (Cirse). Desde 2003 está detenido en el Tercer Cuerpo de Ejército.

CONDENA: CADENA PERPETUA - CÁRCEL COMÚN


Carlos Alberto Vega

Alias “Vergara” o “El Tío”, se desempeñaba como sargento principal (finalmente se retiró como suboficial principal), y actualmente tiene 79 años. Nació en General Alvera, provincia de Mendoza, donde cumplía hasta antes de este juicio con un arresto domiciliario (en la localidad de Borrego, del departamento de Guaymallén. Es el único de los ocho acusados que no está imputado por los homicidios de las cuatro víctimas, porque en diciembre de 1977 estaba gozando de su licencia anual.
Según Hijos, fue torturador, ladrón y secuestrador. Aparentemente, en los operativos saqueaba masivamente las casas de las víctimas. Durante algunos años fue responsable de la administración interna de La Perla. De acuerdo al testimonio de algunos sobrevivientes, Vega tenía “contradicciones con los métodos de tortura” y aseguraba que había administrar La Perla porque le quedaban dos años para retirarse y no le habían ofrecido otro destino. Fue beneficiado por la Ley de Obediencia Debida.

CONDENA: 18 AÑOS - CÁRCEL COMÚN


Carlos Alberto Díaz

Alias “HB”. Integrante de la OP3, se retiró con el grado de suboficial mayor. Nació en Capital Federal y actualmente tiene 61 años. Según Hijos, integró el Comando Libertadores de América y luego pasó a integrar el grupo de Interrogadores y torturadores de los centros clandestinos de detención La Perla y La Ribera entre 1976 y 1979.  Estuvo beneficiado por la Ley de Obediencia Debida.

CONDENA: CADENA PERPETUA - CÁRCEL COMÚN


Oreste Valentín Padován

Alias “Gino”. Al igual que Lardone, llega al juicio en libertad por decisión de la Cámara Nacional de Casación desde junio de 2007. Era sargento primero (se retiró con el grado de suboficial mayor) e integró la OP3.  Según Hijos, estaba “encargado de realizar los traslados de los detenidos-desaparecidos al lugar donde se los fusilaba, y allí los obligaba a cavar sus propias tumbas”. Fue beneficiado por la Ley de Obediencia Debida. Actualmente tiene 60 años y está domiciliado en el barrio Juniors de de Córdoba. Nació en Neuquén.

CONDENA: CADENA PERPETUA - CÁRCEL COMÚN


Ricardo Alberto Ramón Lardone Ricardo Alberto Ramón Lardone

Alias “Fogo”, “Fogonazo”, o “Señor Iriarte”, no era militar sino agente civil adscrito de Inteligencia del Destacamento 141. Además, fue vinculado al Comando Libertadores de América, el órgano paramilitar que actuó desde antes del golpe del 24 de marzo de 1976, ligado a la Triple A. Nacido en Monte Ralo, Córdoba, tiene 64 años, y llega al juicio en libertad, con domicilio en la localidad cordobesa de San Agustín.
Según Hijos, de acuerdo al relato de los sobrevivientes de La Perla, Lardone era uno de los encargados de hacer explotar los cuerpos de los detenidos para destruirlos y desaparecerlos. Además, aparentemente, se infiltraba en distintos grupos para “marcar” a los posteriores detenidos-desaparecidos. Llegó incluso a estar inscripto en la carrera de Medicina de la Universidad Nacional de Córdoba.

 

CONDENA: CONDENA PERPETUA - CÁRCEL COMÚN


Ricardo Andrés Luján (sobreseído por fallecimiento)

Fue civil adscrito y formó parte del Comando Libertadores de América, la organización paramilitar que actuaba en Córdoba desde antes del golpe del 24 de marzo de 1976, vinculada a la Triple A. Estaba integrada por miembros del Departamento de Inteligencia de la Policía provincial (el D-2) y militares del Tercer Cuerpo de Ejército.
Luján, alias “Yanqui”, se integró en 1976 al grupo operativo de La Perla, donde aparentemente se encargaba de los automotores. Según la instrucción de la causa, participó en los secuestros de Flora Palacios, Brandalisis, Cardozo y Lajas. Hijos afirma que se jactaba de haber participado del asesinato de Marcos Osatinsky y de haberse quedado con su arma.

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AGRADECIMIENTOS Y FUENTES REFERENCIALES:

http://es.wikipedia.org/wiki/Cordoba
http://www.lavozdelinterior.com.ar
http://www.cordobaturismo.gov.ar/

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